Yo ya estaba allí, cuando abriste la puerta y por primera vez te ví. Entonces creía que se trataba de un sueño, pero no, estabas tu allí demostrando que la vida puede llegar a ser maravillosa. Desde aquel día me hiciste volver a la vida, pero yo no tenia el billete de aquel tren que llevaba a la felicidad y te deje pasar. Tras un suspiro solo puede decirte "GRACIAS".
Nacho López
No hay comentarios:
Publicar un comentario