jueves, 11 de marzo de 2010

ALEJANDRO MATEU

Yo ya estaba allí cuando el tren entró en un túnel, todo se volvió oscuro, la explosión de una bomba deja el tren destrozado, gente en los suelos, sangre por todas partes, una nube de polvo que no permitía ver, su mano seguía junto a la mía, yo, incapaz de moverme, ella parecía dormida, uno al lado del otro , intento hacer lo que sea para recibir una mínima señal de vida.., ella seguía con los ojos cerrados, sin moverse, me doy por vencido, le acaricio la cara como si fuera la última vez que tocara aquel ángel, nada impide el caer de mis lagrimas sobre su piel, de repente, ella abre los ojos, y sin apenas casi voz, pronuncia mi nombre, la miro con la mirada de temor a la muerte, ella sonrió y dijo… “ Te quiero “ ,y su corazón dejó de latir para siempre, pero su imagen, y sobre todo ese “te quiero” , quedarían grabados en mi corazón, para el resto de mi vida.

Alejandro Mateu Díaz

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