lunes, 1 de marzo de 2010

JORGE CARLOS MUÑOZ

Yo ya estaba allí cuando pasó la catástrofe. Estaba en el banco, abriendo una cuenta de ahorros para el futuro visto como están las cosas cuando, de repente, una fuerte onda expansiva me empujó desde el mostrador a una de las paredes laterales. Unos terroristas habían puesto una bomba. Cuando pude abrir los ojos recuerdo el irritante pitido de mis oídos y también recuerdo esa gente tan inocente como yo en el suelo intentando levantarse. Afortunadamente no hubo heridos ni mortales ni graves, solo algunas contusiones. Pero ese recuerdo no se olvida fácilmente.

JORGE CARLOS MUÑOZ

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