lunes, 1 de marzo de 2010

JUAN BRUGAROLAS

Yo ya estaba allí plantado delante de la puerta de embarque fijándome en el aterrizaje y despegue de los aviones. Cuando a lo lejos divisé a un Airbus y a una avioneta con el mismo rumbo pero en direcciones opuestas. Entonces se me pasó por la cabeza lo peor, una colisión mortal, en ese momento se me puso el corazón a latir como nunca había experimentado, grite y todo el mundo se espantó, tuve ganas de volar y avisarles pero en ese momento sufrí un infarto y en el hospital tras reanimarme me dieron la noticia de que solo fue un susto.

Juan Brugarolas

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